¿Cuáles son los mejores suelos para niños?
La elección de suelos para una vivienda no es una cuestión baladí, sobre todo cuando hay niños en la familia. Materiales cerámicos, el microcemento o los suelos porcelánicos presentan ventajas y desventajas, de modo que hay que atender bien a las características de cada pavimento antes de tomar una decisión.
Suelos cerámicos
Los suelos cerámicos están muy extendidos porque son resistentes, de fácil limpieza y requieren poco mantenimiento. El gran déficit es que su instalación tiene un coste muy elevado. En España, que es un país con una potente industria del azulejo, no debe haber problemas para encontrar buenos suelos cerámicos y de eso damos buena nota en Pepe Matega e Hijos.
Suelos porcelánicos
Estos pavimentos también son muy demandados por su elevado nivel de resistencia y la amplia diversidad de acabados. Los suelos porcelánicos pueden imitar perfectamente estética la estética de la madera o el mármol y se pueden instalar en todas las estancias de la vivienda.
Suelos de madera
El gran punto a favor de los suelos de madera es que son muy cálidos y de excepcional calidad. La madera es un aislante natural que ofrece a la vivienda un microclima muy agradable en verano e invierno. Los inconvenientes son variados, son menos resistentes a golpes, arañazos, humedad o la incidencia del sol. Además, es un material caro y que requiere mucho mantenimiento.
Suelos laminados
Esta es la alternativa a los suelos de manera natural. Son más económicos y transmiten sensaciones parecidas. Los laminados se pueden sustituir por piezas. Su nivel de cuidados y mantenimiento es menos exigente que la madera, así que es una buena opción en viviendas con niños.
Microcemento
El microcemento ofrece uniformidad estética. Está disponible en gran variedad de acabados, es resistente a los golpes y su mantenimiento es muy sencillo. La contrapartida es su precio y la obligatoriedad de contar con obreros profesionales para su instalación.
¿Cuál es el mejor suelo en una casa con niños?
Con estas características, no hay una respuesta universal a esta pregunta. El mejor suelos en una casa con niños será aquel que sea resistente al tránsito y los golpes. También es conveniente que sea fácil de limpiar. Con estas premisas, la decisión depende ya de cada familia, pues unas valorarán más la calidez, otra la uniformidad estética y otras, en cambio, el aspecto económico.