Las tendencias en jardinería y decoración de exteriores son muy cambiantes, como lo son en moda, en interiorismo y en otras disciplinas. Sin embargo, desde el año 2018 se conserva una de las tendencias para los espacios exteriores, hablamos del jardín imprefecto.
El jardín imperfecto es aquel que imita la naturaleza realzando las perfecciones, de modo que deja a un lado los parterres ordenados o el tradicional césped a la inglesa. La tendencia procede del concepto japonés “Wabi Sabi” y ponerlo en práctico consiste en explotar esa sensación de espacios abiertos, naturales, que van evolucionando.
De manera paralela a estas prácticas, cada vez se le da más importancia al valor artesanal, porque en lo artesano, lo imperfecto, lo que no es completamente igual, es sinónimo de autencidad.
¿Cómo diseñar jardines imperfectos?
Los jardines imperfectos se crean a partir de pórticos y terrazas junto a la casa, a lo que se une espacios de dimensiones reducidas en el jardín. La decoración tienda a ser multifuncional, utilizando materiales a la vanguardia que pueden permanecer a la intemperie, como la imitación a la piedra. Es importante que los úselos sean resistentes al agua y a los agentes atmosféricos y que, al mismo tiempo antideslizantes, pero que ofrezcan una estética que interactúe y se relacione de manera integral con los entornos naturales, de ahí la idea de la imitación a la piedra como material protagonista.
Uno de los principios de esta idea para los exteriores es que esos jardines imperfectos recuerden a la naturaleza, alejado del orden y, de algún modo, la corrección que inspiran espacios diseñados con formas rectilíneas.
La naturaleza es perfecta en sí misma, en su propio desorden encuentra el orden que da lugar a la vida y a la interrelación de espacios y seres vivos, de este modo, los jardines imperfectos de pequeñas dimensiones son, en esencia, jardines perfectos.
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