El sector de las reformas está siendo un revulsivo para la recuperación económica, pero hay muchas familias que, aun necesitándolo, siguen sin animarse a emprender una mejora en el hogar. Y es que reformar la casa se asocia a un alto precio y a muchas molestias.
Pues, no tiene por qué. Si algo hemos aprendido en nuestros años de experiencia es que, con creatividad y profesionalidad en la ejecución se puede hacer mucho por muy poco, y en tiempo récord. En definitiva, hacer la inversión 100% eficiente.
Reformar la casa en poco tiempo
1) Pintar, pintar y pintar
Hay que empezar por reconocer que hay estilos que ya no se llevan. Cada cual tiene sus gustos y sus posibilidades, sí, pero nos duele ver cómo, habiendo opciones, hay quien aún tiene gotelé en algunas habitaciones. Cumplió su función, de acuerdo, pero se acabó su reinado.
Tanto se ha avanzando desde su auge y declive que, hoy día, las posibilidades son inabarcables: una pared lisa, brillante o en mate; un revestimiento duradero y vanguardista, como el micrcomento; un material versátil, como el papel.
Creénos, te sorprenderíamos.
2) Renovar el suelo
Sin duda, el suelo viste mucho una estancia, por lo que es uno de los elementos que más se desean cambiar a la hora de reformar una casa. Pues bien, cambiar el suelo sin obras también es posible, y para eso hay opciones como el parquet flotante, el linóleo, la cerámica en seco o el vinilo, entre otras maravillas.
3) Cambiar los muebles
O se cambian o se les da un nuevo aire: cambiar los tiradores, pintarlos, usar un papel de diseño… Si el suelo viste una estancia, los muebles lo hacen incluso más. Sin obras y con poco tiempo de instalación, es una opción para quienes quieran renovar su hogar.
4) Bañera por plato de ducha: el gran clásico
Una reforma tan habitual que ya no guarda secretos para ninguna empresa de reformas. Combina la opción por la instalación de un suelo laminado y la incorporación de nuevos detalles decorativos, y tendrás un baño nuevo en menos de lo que imaginas.
5) Trabajar el espacio
A veces, los tabiques son contraproducentes. Si se trata de separar o proporcionar intimidad, hay otros elementos como el cristal o los biombos de madera que consiguen prácticamente lo mismo restando menos.
Estudia también la distribución y, si se puede aprovechar mejor el espacio, cambia los enseres de sitios.