Todos hemos sentido alguna vez la desagradable sensación de tener unas cortinas de ducha pegadas al cuerpo. No pasa nada si son las de casa y están bien limpias, pero se convierten en repugnantes si son las de un hotel low cost en un baño que comparte toda la planta, y que presenta evidentes muestras de inmundicia.
Al margen de escenitas propias de película de miedo, hay más motivos por los que las mamparas deberían ser consideradas siempre mejor opción que las incómodas cortinas. Toma nota.
Por qué mamparas en lugar de cortinas
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Ligereza
Las cortinas parecen un elemento muy liviano pero, cuando están mojadas, se convierten en un verdadero engorro que pierde ligereza. En cambio, las mamaparas, más aún en el caso de los modelos más finos y transparantes, pasan casi desapercibidas.
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Estética
Las mamparas son fácilmente integrables en todo el conjunto armónico que debe ser el baño, que sigue un estilo decorativo. Recurriendo de nuevo a las transparentes, dejarán ver por completo las baldosas de las paredes de las duchas, que no pasarán desapercibidas.
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Diseño
Es cierto que las cortinas de ducha no se reducen solo a esas horribles piezas de plástico en blanco o verde, habiendo diseños para todos los gustos. Pero, aún así, ganan las mamparas.
Para ganar en intimidad, algunas llevan incorporadas elegantes y austeras formas geométricas: cuadrados, líneas sinuosas, letras… Se pueden encontrar en una franja horizontal en el centro u ocupando toda la mampara.
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Seguridad
Las mamparas se convierten en la mejor opción para opciones específicas, como las columnas de hidromasaje. En este caso, si se pone una cortina, se corre el riesgo de que el agua salga, por lo que aumentará el riesgo de resbalones.
Para elegir mampara, se debe elegir bien el tipo de apertura en función de cuántos muros rodean a la ducha, qué espacio se tiene en el baño o cuáles son los diseños más fáciles de limpiar. En Pepe Matega, como siempre, estaremos encontados de ayudarte.