El gres porcelánico es un material muy versátil que es cada vez más utilizado para firmes y pavimentos tanto de exterior como de interior. Una de sus grandes virtudes es que imita a la perfección todo tipo de materiales: madera, efecto piedra, estilo cemento, mármol, pizarra…
Además, no requiere de una instalación complicada y su mantenimiento es muy simple, muy fácil. Se consigue a partir de una mezcla de arcilla y sílice prensada y cocida a alta temperatura y es capaz de reproducir colores y texturas de muchos materiales. A nivel técnico destaca por su resistencia a los golpes y su durabilidad.
Efecto madera
El grés porcelánico con efecto madera transmite toda la belleza y la calidez del material original y es válido para todas las estancias de la vivienda en el interior, también para exteriores. Sus propiedades físicas lo convierten en una buena alternativa a la amdera porque soporta mejor abrasiones, arañazos, ataques de agentes químicos, choques térmicos y manchas.
Efecto piedra
Con el gres porcelánico efecto piedra sucede algo similar a la madera. Esta opción parece más adecuada para espacios exteriores, como terrazas y zonas ajardinadas, pero es una buena alternativa también en estancias interiores, como el baño o la cocina.
Efecto cemento
Para el efecto cemento, también para el cotto, vemos por ejemplo que la firma Marazzi cuenta con colecciones en varias gamas de color y con diversos formatos. Especialmente válido para interiores, esta opción de gres porcelánico de imitación al cemento y al cotto se puede instalar igualmente en espacios exteriores, porque no requiere mucho mantenimiento y es muy resistente.
Efecto mármol
Otra propuesta son los pavimentos de gres porcelánico con efecto mármol. Este material siempre ha sido sinónimo de elegancia y distinción, y con el gres simulando su textura y acabado conseguimos esa misma apariencia pero con un mayor grado de ahorro económico, menos mantenimiento y más resistencia a golpes y daños.