El gres porcelánico es un material de revestimiento que presenta baja absorción al agua y que destaca por su alta resistencia mecánica y química. Está disponible en grandes formatos, pero también en opciones más reducidas y con espesores muy finos.
Válido para interiores y exteriores, su versatilidad es una de sus grandes ventajas, aunque estas las vemos con más detalle a continuación.
Material muy versátil
El éxito que ha experimentado el gres porcelánico encuentra su explicación en la versatilidad de este material, que es válido en espacios interiores y exteriores. Soporta muy bien un tránsito elevado y es resistente a inclemencias meteorológicas variadas, como mucha lluvia y altas temperaturas. Por otro lado, se puede utilizar tanto en firmes, en el suelo, como en las paredes.
Elevada resistencia
La alta resistencia no solo se comprueba en su capacidad para soportar la meteorología adversa, también en sus propiedades mecánicas: no se raya, aguanta agentes químicos y presenta baja porosidad. Todo esto lo hace un material muy interesante para la cocina y el baño.
Bajo mantenimiento y fácil de limpiar
Entre las ventajas del gres porcelánico hay que destacar también su bajo nivel de mantenimiento y la facilidad de limpieza. Esto último depende en gran parte del modelo a elegir, pues va a depender de su acabado. En cualquier caso, es un material que soporta bien los productos de limpieza.
Variabilidad estética
El gres porcelánico combina bien con todo tipo de ambientes y está disponible en formatos de muy variado tamaño. Esto lo convierte en una elección segura como revestimiento de suelos y paredes.
Además, es fácil de instalar, pues se adhiere muy bien al cemento y otros materiales. Una vez el suelo esté ya en funcionamiento, a todas estas ventajas hay que sumar su alta durabilidad, que se explica en base a su resistencia y su carácter atemporal.